Presiento que vives en el fondo del mar
floreciendo en el subsuelo submarino
custodiada por delfines
mimada por sirenas.
Como los rayos del sol
atravieso el espejo de agua para llegar hasta ti,
me sumerjo en la inmensidad misteriosa de tu cuerpo
y viajo a las aguas profundas de tu piel.
Penetro en la morada de la diosa
buscando el perdón en el altar de la belleza
y confiando en que se me conceda
tu preciado don divino.
Tus labios mojan mi ser
como olas que se estrellan en las rocas
con furia y pasión,
con calma y arrebato,
con la fuerza de un huracán
que me desnuda el alma,
me sumerge en tu mirada
me ahoga en tu boca.
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