Esta mañana recibí
tu visita
y a pesar de
haberme atormentado
fue
placentero ver nuevamente tus ojos.
Un silencio
enorme nos saludo
nos acompaño
un momento
dejando que
nos pusiéramos al día,
miles de
palabras quedaron atoradas en mi garganta
y un mar de
lagrimas se seco en mis ojos.
Tu mirada me
atravesó la piel
y quede
desnudo,
esperando
una palabra
tratando de
entender tu voz
de
comprender,
porque había
pasado tanto tiempo
y ahora
estabas aquí.
¿Qué es lo
que quieres?
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