Y ahí va,
otro de mis
sueños
estallado
por la pólvora de tu indiferencia,
mi corazón
sale disparado
atravesando
todos los cristales,
ha ido a
parar
a la pétrea
comisura de tus labios.
Mi sangre
baña tus dientes.
Y esa eres
tú,
alimentándote
de sueños y pesadillas.
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